El propósito del hechizo es tomar posesión de una persona tanto física como mentalmente por el poder de la voluntad.
El hechizo pasa a través de la fuerza de la mente, todos tienen energía psíquica que les permite influir en los demás, pero esta energía varía de persona a persona.
¿Cómo funcionan estos rituales?
El principio es hacer que la voluntad pase lo que tú quieres que pase la persona a la que representa. Si quieres hacer sufrir a esta persona puedes pincharle la voluntad con una aguja, un alfiler o un clavo en el lugar donde quieras verlo sufrir, cuanto más débil esté la mente de la víctima, más será el hechizo.
La voluntad debe ser parecida a la persona a la que se quiere hechizar, dibujamos en ella la forma del rostro, sus extremidades, la ubicación de su corazón, e incorporamos elementos físicos de esta persona: cabello, uñas, sangre, saliva.
Síntomas de hechizo
- Impresiones de constante pesadez.
- Dolor de cabeza frecuente.
- Ansiedades injustificadas.
- Fatiga persistente.
- Depresión frecuente.
- Continua mala suerte.
- Pérdida de peso flagrante.
- Sensaciones de escozor o ardor en el corazón del cuello o el pecho.
La forma más eficaz de eliminar los efectos de un hechizo es transferir los efectos a otro objetivo, animales o plantas.
Hay un hechizo que podemos evitar, es el auto-encantamiento o ser víctima de hechizos de amor. Es una forma de hechizo que nos lanzamos ya sea entrando en un círculo de autodestrucción, de paranoia, creyéndonos hechizados sin motivo. Esto es importante saberlo porque demasiadas personas creen que están cautivadas sin motivo y sufren las consecuencias de su imaginación. Por lo tanto, debe recordarse que el fenómeno del hechizo sigue siendo raro.
Ritual de dedicación a la Wicca
El ritual de la dedicación es la promesa de que te dedicarás a un camino elegido de la misma forma en que dedicas tus herramientas solo para uso mágico. El ritual de dedicación permite anunciar al mundo divino su entrada en el mundo de la brujería.
Material necesario
- 7 velas.
- Una taza de jugo de frutas o alcohol.
- Un poco de jugo de manzana.
- Aceite de oliva.
- Algunas flores amarillas recogidas al amanecer.
- Tu cuenco lleno de sal.
- Una taza llena de agua.
- Incienso.
Ritual de dedicación
Dibuja tu círculo mágico. Dedica sal, agua e incienso, dedicándolos a cada uno de los elementos. Coloque la taza de jugo de frutas o alcohol y una vela en su altar. Coloque una vela en cada punto cardinal de su círculo, una en el centro del círculo. Siéntese en el suelo con las piernas cruzadas y reflexione sobre lo que está a punto de hacer. Levántate y extiende tus brazos hacia el cielo pidiendo la ayuda de poderes para que tu ritual sea aceptado.
Respire profundamente y luego exhale lentamente
Dirígete a tu altar, enciende tu primera vela recitando el siguiente encantamiento:
“Que mi alma sea bañada en las benéficas olas de amor y luz que despiertan en mí. Que me sumerja en una visión de tiempos antiguos cuando el conocimiento sagrado bañaba el mundo”.